TRASTORNOS MENSTRUALES
Consejos Terapéuticos
¿Qué son los trastornos menstruales?
Los trastornos menstruales se deben, en muchos casos, a cambios hormonales normales, como el síndrome premenstrual, la dismenorrea y la amenorrea, y pueden tratarse con terapias y medicinas naturales, otras terapias alternativas y consejos terapéuticos.
El ciclo menstrual es sumamente variable entre una mujer y otra, y aunque con frecuencia se acompaña de algunas molestias o irregularidades leves, éstas no siempre indican que se padezca una enfermedad; en muchos casos se deben a cambios hormonales normales. Entre los trastornos menstruales más frecuentes se cuentan los siguientes:
Menstruación dolorosa (dismenorrea): Suele presentarse entre las mujeres jóvenes al principio de cada menstruación, generalmente en forma de cólicos localizados en la parte baja del abdomen. Puede acompañarse de malestar o debilidad general, pero la indisposición casi siempre pasa al cabo de uno o dos días, y sólo en raras ocasiones es síntoma de enfermedad. En la mayoría de los casos se debe a un tono muscular excesivo del cuello uterino, problema que suele solucionarse después del primer embarazo. Otras veces la dismenorrea es consecuencia del uso de dispositivos intrauterinos o de un ciclo menstrual en el que no ocurre la ovulación.
Falta de menstruación (amenorrea): Es un fenómeno normal durante el embarazo y después de la menopausia. Fuera de esas circunstancias puede deberse al uso de píldoras anticonceptivas o ser síntoma de anorexia.
Menstruación abundante (menorragia): Algunas mujeres tienen flujos menstruales más copiosos que otras sin que ello represente ningún trastorno de salud. No obstante, si la pérdida de sangre es excesiva, puede deberse a un desequilibrio hormonal, al uso de un dispositivo intrauterino, a pequeños tumores benignos en el útero, llamados fibromas, o a una infección del útero o las trompas de Falopio.
Entre las mujeres propensas a la migraña, la frecuencia de los ataques puede aumentar durante la menstruación.
El síndrome premenstrual
Los médicos utilizan el término síndrome premenstrual para referirse a un conjunto de síntomas físicos y anímicos que aparecen antes de cada menstruación y que aquejan en diversos grados a millones de mujeres. Algunos de los síntomas físicos de este trastorno son muy desagradables: dolor de cabeza, debilidad, náuseas y vómito, afecciones de la piel, palpitaciones, retención de líquidos, dolor de senos y articulaciones (sobre todo en los tobillos), ansias de comer y beber y aumento de peso corporal; y los síntomas emocionales no lo son menos: irritabilidad, falta de concentración, disminución del deseo sexual, insomnio, accesos de llanto e incluso depresión.
La causa principal del síndrome es un desequilibrio de hormonas durante el ciclo menstrual cuya consecuencia es la acumulación de sales y líquidos en el organismo y una reducción de progesterona, la hormona que prepara al útero para la implantación de un óvulo fecundado. La deficiencia de ácidos grasos esenciales como el linoleico en la dieta también puede afectar el equilibrio hormonal y hacer que aparezca el síndrome; asimismo, se sabe que la vitamina B5 regula el ciclo menstrual, por lo que su deficiencia puede ser otro factor causal.
Los síntomas varían en intensidad y frecuencia de una mujer a otra, e incluso entre un ciclo menstrual y el siguiente en la misma persona. Algunas mujeres acusan el desequilibrio con tal intensidad que su estado de ánimo sufre fluctuaciones anormales y en ocasiones tienen accesos de violencia, reacciones que en muchos casos perturban la concordia familiar.
Como el trastorno afecta en buena medida la capacidad de concentración, muchos dueños de empresas asignan temporalmente a sus empleadas trabajos más seguros durante su menstruación para evitar el riesgo de que sufran accidentes.
El síndrome premenstrual es tan común que la mayoría de la gente conoce sus efectos y se muestra comprensiva con quienes lo padecen, o al menos procuran ser tolerantes.
Consejos de prevención para los trastornos menstruales
Es aconsejable practicar un ejercicio moderado con regularidad y llevar una dieta equilibrada, especialmente rica en hierro, calcio y vitamina B1.
Para aliviar el dolor de la dismenorrea conviene procurarse suficiente descanso, dedicar unos momentos del día a la relajación y tomar baños calientes o aplicarse una bolsa de agua caliente en la parte baja del abdomen.
Consejos de Aromaterapia como terapia natural para los trastornos menstruales
A los aceites esenciales de manzanilla, melisa y rosa se les atribuyen múltiples aplicaciones en el tratamiento de los trastornos menstruales; regularizar la menstruación, aliviar el dolor de la dismenorrea y combatir las molestias del síndrome premenstrual y de la menopausia.
Hay que disolver 15 gotas del aceite elegido en 5 cucharaditas de vehículo de aceite o loción, y aplicar este preparado en la parte baja del abdomen.
En el caso específico de las menstruaciones escasas o irregulares se emplea una mezcla de aceites esenciales de esclarea, hinojo y tomillo disuelta en un vehículo; la aplicación debe realizarse dos veces al día.
Con aceites esenciales de cayeput, salvia, anís, ciprés y mejorana se prepara una loción para aliviar la dismenorrea; debe aplicarse dos veces al día en el abdomen y en la parte baja de la espalda durante los 10 días anteriores a la menstruación.
Para combatir el síndrome premenstrual se prescribe tomar diariamente un baño que contenga de 6 a 8 gotas de aceites de esclarea, geranio y lavanda durante las dos semanas anteriores a la menstruación. Para reforzar los efectos del baño conviene aplicarse a continuación un aceite o loción de los mencionados anteriormente, y hacer inhalaciones frecuentes de un pañuelo en el que se hayan vertido unas gotas de cual-quiera de los aceites sin disolver.
Consejos de Naturopatía como terapia alternativa para los trastornos menstruales
Para combatir la dismenorrea hay que hacer más ejercicio y llevar una dieta de alimentos enteros, con cantidades abundantes de los que contienen fibra, como las frutas y verduras crudas. Este régimen contribuye a prevenir el estreñimiento y sus repercusiones en el ciclo menstrual. La aplicación alternada de compresas calientes y frías en la parte baja del abdomen y la espalda también puede ser de utilidad. Las compresas calientes deben dejarse actuar de 2 a 3 minutos, y las frías durante 30 segundos; esta secuencia debe repetirse dos o tres veces en cada ocasión.
El tratamiento varía según los síntomas particulares de la paciente y el diagnóstico que se emita con base en ellos. En el caso de la dismenorrea, suelen prescribirse complementos de calcio o aceite de hierba del asno.
Consejos de Herbología como medicina natural para los trastornos menstruales
Para aliviar el dolor menstrual se recomienda tomar una infusión caliente de manzanilla con un poco de jengibre. Según el caso, se recurre a una amplia variedad de hierbas, entre ellas las que tienen efectos antiespasmódicos, como la bola de nieve, la agripalma o el ñame silvestre, o las que actúan como tónicos uterinos, como el lamio blanco.
Consejos de Homeopatía para los trastornos menstruales
Para las menstruaciones escasas o tardías acompañadas de cólicos intensos que se irradian hasta las piernas, se prescribe Viburnum opulus con potencia decimal de 30. Para la dismenorrea con dolores semejantes a los del parto y flujo menstrual profuso, hay que tomar Belladonna con potencia decimal de 6 cada 15 minutos hasta sentir alivio. Si el dolor disminuye al agacharse y al aplicar presión y calor, se emplea Magnesium phosphoricum con potencia decimal de 6.
Consejos de Acupuntura como terapia alternativa para los trastornos menstruales
Con un diagnóstico adecuado es posible tratar numerosos trastornos ginecológicos. Los puntos de tratamiento se localizan en el vaso de concepción y en los meridianos del estómago, el bazo, la vejiga y el riñón.
En el caso de la dismenorrea, el tratamiento debe aplicarse una semana antes del comienzo de la menstruación.
Consejos de Reflexología como tratamiento para los trastornos menstruales
Por regla general se estimulan las zonas reflejas correspondientes a los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, las glándulas hipófisis y suprarrenales, y el plexo solar.
Consejo Clínico Ortodoxo para el tratamiento de los trastornos menstruales
Después de interrogar a la paciente sobre la regularidad y demás características de su ciclo menstrual, el ginecólogo efectuará un examen interno del útero y los ovarios a través de la vagina. Quizá realice un frotis de Papanicolau, que consiste en tomar una muestra de la mucosa del cuello uterino para analizarla y descartar la posibilidad de cáncer. Si lo juzga conveniente, ordenará también análisis sanguíneos para descartar padecimientos hormonales.
En ciertos casos de menorragia que no han respondido a un tratamiento hormonal suele recurrirse a una pequeña intervención quirúrgica conocida como dilatación y legrado, que consiste en abrir el cuello del útero y raspar el endometrio para analizar al microscopio el tejido extraído. Aunque este procedimiento tiene fines diagnósticos, en muchas ocasiones constituye por sí solo un remedio, y suele practicarse sistemáticamente cuando existe sangrado vaginal o dolor después de la menopausia.
La dismenorrea se combate generalmente con diversos analgésicos y antiespasmódicos, mientras que el síndrome premenstrual y la menorragia a veces se corrigen con el uso de tabletas o supositorios vaginales de progesterona. Dos remedios radicales para la menorragia son la histerectomía (extirpación del útero) y una operación más sencilla conocida como resección transcervical del endometrio, pero éstas sólo están indicadas para las mujeres que no desean tener más hijos, pues ambas provocan esterilidad permanente.