FIEBRE DEL HENO – RINITIS ALÉRGICA
Consejos Terapéuticos
¿Qué es la fiebre del heno y la rinitis alérgica?
La fiebre del heno es un tipo de alergia conocida como rinitis alérgica o polinosis, ya que la reacción alérgica la desencadena el polen de ciertos árboles, flores y pastos, y se puede tratar con terapias y medicinas naturales, otras terapias alternativas y consejos terapéuticos.
Pese a su nombre, la fiebre del heno no es una fiebre, y su relación con el heno es muy remota. Lo cierto es que se trata de un tipo de alergia que entre los médicos se conoce como rinitis alérgica o polinosis, y este último nombre quizá sea más apropiado porque casi siempre es el polen de ciertos árboles, flores y pastos lo que desencadena la reacción alérgica, aunque también pueden provocarla el polvo, el moho y las esporas de los hongos que crecen entre hojas descompuestas, madera podrida, paja y heno. Algunas personas son alérgicas incluso a las plumas, la lana, el pelo y las escamas de la piel de ciertos animales.
Cuando alguna de estas sustancias, llamadas alérgenos, circula por el aire, produce en las personas alérgicas una secreción excesiva de histamina y otras sustancias que causan estornudos, catarro, sinusitis, conjuntivitis, irritación de garganta y a veces asma, síntomas que pueden presentarse solos o en combinación y con distintos grados de intensidad.
Remedios populares.
Se recomienda masticar trozos pequeños de cera de abeja durante la estación previa a la temporada de los ataques.
A la levadura de cerveza se le atribuyen también efectos benéficos.
Consejos de Naturopatía como terapia natural de la fiebre del heno y la rinitis alérgica
Se prescriben vitaminas B como preventivo durante la época de floración de las plantas cuyo polen causa reacciones.
Se recomienda asimismo disminuir la ingestión de alimentos lácteos y de carbohidratos refinados, como el azúcar, que se consideran estimulantes de la secreción de moco; además, se cree que la intolerancia a los alimentos lácteos exacerba los ataques.
Para obtener un efecto antihistamínico se prescriben grandes dosis de vitamina C (de 1 a 2 g diariamente).
Consejos de Homeopatía como tratamiento de la fiebre del heno y la rinitis alérgica
Se prescribe Allium cepa para las reacciones agudas que incluyen lagrimeo, escurrimiento nasal, estornudos e irritación de labios y nariz, y que empeoran bajo techo y por la noche; Arsenicum album si los estornudos son violentos y dolorosos, con cosquilleo y escurrimiento de la nariz, y Sabadilla cuando hay conjuntivitis. Según el caso, los homeópatas administran diversos tratamientos preventivos antes de la temporada de los ataques.
Consejos de Hipnoterapia como terapia alternativa para la fiebre del heno y la rinitis alérgica
Después de hacer que el paciente se relaje y respire según ciertas técnicas, el terapeuta lo pone en trance hipnótico y le hace recomendaciones que surten efecto en el momento del ataque. La hipnosis se ha empleado para prevenir varios tipos de reacciones alérgicas, aun cuando las pruebas cutáneas siguen resultando positivas.
Consejo Clínico Ortodoxo para el tratamiento de la fiebre del heno y la rinitis alérgica
La mejor medida preventiva consiste en evitar la exposición a los alérgenos. Hay que consultar al médico antes de usar antihistamínicos, ya que éstos pueden tener efectos secundarios y están contraindicados si se padece hipertensión. A veces se prescribe la inhalación de cromolina en polvo o en aerosol para prevenir los ataques, o bien, aerosoles de esteroides para reducir la inflamación de la mucosa respiratoria. Sin embargo, se desaconseja el uso prolongado de estos últimos, pues tampoco están exentos de efectos secundarios. Los tratamientos de desensibilización a los alérgenos ya no se consideran seguros, dado el riesgo de choque anafiláctico.