COMER MEJOR
Claves para una dieta sana y equilibrada
Un Mundo Mejor - Para comer mejor debemos aprender los fundamentos de una dieta sana y equilibrada. Una nutrición adecuada nos llevará más allá de adelgazar y de lograr nuestro peso ideal, consiguiendo ese buen estado de salud para toda la vida .
Aprenda a comer mejor y sin obsesionarse con las dietas para adelgazar siguiendo las pautas del Consejo Profesional de Terapeutas. El objetivo de esta sección es ayudarle a corregir unos hábitos de alimentación, que por desconocimiento, suelen ser incorrectos. Sin embargo, nadie conoce su cuerpo y sus necesidades como usted mismo, así que adapte y aproveche los conocimientos que le ofrecemos y haga todo lo posible para seguir las buenas directrices ofrecidas que son garantía de una vida saludable. En cuanto comencemos a alimentarnos correctamente, el organismo reaccionará agradeciéndonoslo con salud y una buena figura. La nutrición es la base de la vida.
Nuestro cuerpo sabe y quiere estar sano y con buena figura
Incluso mucho más de los que somos conscientes, pero normalmente somos nosotros mismos quienes no se lo permitimos. Al organismo no le gusta tener acumulaciones inútiles de grasa, soportar un peso excesivo, ni saturarse de toxinas coleccionadas a lo largo de años de mala alimentación y de dietas perjudiciales que sólo le suponen desgaste, enfermedades y deterioro. Pero nuestro organismo tiene que jugar con los nutrientes que le damos, y hace milagros para sobrevivir aun cuando estos nutrientes son deficientes. En cuanto comencemos a nutrirnos correctamente, el organismo reaccionará agradeciéndonoslo con salud y una buena figura.
Si comemos basura tendremos, sin duda, enfermedades. Y también todo lo contrario.
Como encontramos la comida en el supermercado no le damos importancia, podemos comer esto hoy y aquello mañana, ¿qué mas da?, la comida es comida. Ya haremos una dieta para perder peso si llegamos a engordar. Pero la realidad es muy diferente. Somos máquinas bioquímicas, hechas de la suma de millones de células que necesitan nutrientes de alta calidad para que ese ser, que es usted, siga adelante completamente inconsciente de la gigantesca labor que realiza su organismo sin descansar nunca. Y esta enorme maquinaria está compuesta de moléculas que se extraen de los alimentos, del agua y del aire que respiramos. Si los alimentos no son los adecuados, la maquinaria debe reajustarse para seguir funcionando a pesar de las carencias a la que la sometemos. El tema es muy complejo, pero como ejemplo, simplemente le diremos, que si el organismo fuera un coche sería capaz de transformar el agua del radiador en gasolina para seguir funcionando y reparar un neumático pinchado con el humo del tubo de escape. Sin embargo, a pesar de esta increíble capacidad de adaptación, que nos ha hecho sobrevivir como especie los últimos 165.000 años, nuestro cuerpo termina resintiéndose y lo manifiesta por medio de la acumulación de grasa y toxinas que son el origen de muchas enfermedades. Por esta razón, podemos afirmar que somos lo que comemos y, aunque le parezca increíble, si nos alimentamos bien estaremos sanos, en forma y con buena figura toda la vida.
Hay dos formas de alimentarse mal
* Por exceso de alimentos en nuestra dieta habitual que no cumplen funciones vitales en nuestro organismo y lo único que hacen es saturarlo de toxinas y calorías vacías que se acumulan como grasas. Sobretodo destacan las grasas animales, harinas blancas refinadas y azúcar. Hay que tener cuidado porque muchos alimentos los llevan ocultos. El azúcar se usa como conservante, y las grasas y harinas para dar textura y sabor.
* Por carencia del consumo de alimentos imprescindibles, ya que es peor dejar de comer algo que necesitamos que tomar algo que nos perjudica. Por ejemplo, es más beneficioso comerse un filete y después un bollo de chocolate que comerse sólo el bollo. ¿Por qué?, porque las proteínas de la carne aumentan el metabolismo y queman muchas grasas y azúcares del bollo. El bollo solo, se transformaría directamente en grasas de reserva.
Haga una dieta sana y que…
- Cubra las necesidades de nutrientes a nivel celular y no del estómago, ya que independientemente de que nos sintamos saciados al ingerir determinados alimentos, no podemos olvidar que son nuestras células las que deben incorporar los nutrientes que necesitan permanentemente.
- No provoque cambios de carácter, algo muy frecuente con las dietas incorrectas, que inducen a estados depresivos; lo que ocurre cuando el sistema nervioso central no recibe los nutrientes para su funcionamiento normal.
- Se acomode al tipo de vida y trabajo de cada uno, ya que es absurdo pretender comer determinados alimentos en horas o circunstancias en las que no podemos. Que sea fácil, dejándonos cocinar según nuestro gusto y costumbres, pero con el criterio nutricional aprendido bajo la guía de nuestros especialistas.
- No nos haga pasar hambre, ya que si estamos bien nutridos no debe haber sensación de hambre. Lo contrario es indicativo de unas pautas alimenticias incorrectas. Que aumente la sensación de vitalidad. ¿No es lógico que si perdemos peso y estamos más sanos nos sintamos mejor?. ¡Pues si!.
- Se base en alimentos de uso común pero de calidad, lo que nos permitirá mantener los hábitos nutricionales durante mucho tiempo. Las dificultades para conseguir alimentos especiales están directamente relacionadas con la imposibilidad de seguir las pautas marcadas.
- Considere los gustos personales y sustituya los alimentos que no nos gusten por otros que si y que produzcan el mismo efecto bioquímico a nivel celular, así como la conveniencia de permitirnos ciertos caprichos para comer aquello que queramos de vez en cuando.
- Si la dieta que realice no cumple los puntos anteriores, por favor tenga cuidado. Puede poner en riesgo su salud.
Recomendaciones del Consejo profesional terapeutas para comer mejor:
Siguiendo sólo 3 de estos consejos su cuerpo se lo agradecerá, siga más y ya verá...
- Beber agua viva. La cantidad dependerá de las necesidades de nuestro bioquímica y nuestro entorno. Pero ha de ser agua viva y posiblemente agua oxigenada, ionizada y ozonizada, como la que fluye en lo manantiales o torrentes de montaña. Existen actualmente equipos que nos facilitan obtener agua con estas características.
- Tomar algún alimento proteico 3 ó 4 veces por día: desayuno, media mañana, comida, merienda y cena (en pequeñas cantidades).
- Tomar 2 piezas de fruta al día pero en ayunas y nunca después de una comida ni en horas nocturnas ya que nuestras necesidades de azúcar bajan enormemente transformándose el exceso en grasa de depósito. Además hay que recordar que el exceso de fructosa produce alteraciones en las junciones de las células intestinales (enterocitos), favoreciendo alergias y otras patologías.
- Tomar ensalada de vegetales crudos cada día. En cantidad moderada, prefiriendo las de hojas (clorofila) y amargas ya que esto acelera el proceso de digestión.
- Tomar 1 cucharada de aceite de oliva prensado en frío y ecológico. Igualmente puede ser de aceite de semillas de uva, de Camelina Sativa o aceite de coco.
- Tomar legumbres de 3 a 4 veces por mes. Recordando que se debe conocer la forma de cocción debido a los tóxicos que presentan en la piel.
- Tomar verduras de 4 a 5 veces por semana.
- Eliminar: embutidos, dulces, chocolates y aquellos alimentos industriales que en general son ricos en grasas saturadas y en azúcar. Siendo extremamente ocasional su consumo.
- Añadir fibra a nuestra dieta.
- Valorar con el especialista las necesidades personales de suplementos nutricionales de alta gama y poder biológico.
Si desea mejorar el contenido de esta sección o de un artículo envíenos su sugerencia por escrito.
Gracias por su colaboración.