Terapias Manuales

OSTEOPATÍA

Una Terapia Manual Alternativa

La osteopatía trata los trastornos mecánicos, las malas posturas y alivia la tensión muscular mediante una terapia manual alternativa.

¿Qué es la osteopatía como terapia manual alternativa?

Uno de los sistemas más importantes del organismo es sin duda el complejo armazón de huesos, articulaciones, músculos, tendones y ligamentos que constituye el aparato locomotor. Cada movimiento del cuerpo humano, desde los gráciles y precisos ademanes del violinista hasta la potente zancada del atleta olímpico, dependen de la acción coordinada de sus partes. La osteopatía es una doctrina terapéutica especializada en el diagnóstico y el tratamiento de los trastornos mecánicos a que está sujeta esa estructura.

​

Al decir de los osteópatas, un aparato locomotor sano funciona con un mínimo de desgaste, a semejanza de un motor bien afinado. Sin embargo, es vulnerable a padecimientos de muy diversa índole, entre ellos las lesiones y las consecuencias del estrés.

La posición erguida de la especie humana impone grandes exigencias a la estructura musculoesquelética. La verticalidad de la espina dorsal somete a las vértebras y a los discos intervertebrales a la compresión de la gravedad. Si a ello se suman hábitos sedentarios y malas posturas. no es de extrañar que los trastornos mecánicos sean tan comunes. Para restablecer el funcionamiento normal de la estructura, los osteópatas emplean técnicas especiales de masaje y manipulación.

La osteopatía craneal como terapia manual alternativa

La resistente esfera ósea que forma el cráneo consta de ocho huesos planos unidos entre sí por hendiduras fibrosas conocidas como suturas craneales. En otro tiempo se creía que esas suturas perdían toda movilidad después de la primera infancia, pero hoy se sabe que la conservan en menor grado pasada esa edad.

Según los osteópatas craneales, los huesos del cráneo, capaces de amplios movimientos en el recién nacido, pueden adoptar una posición anómala que más tarde obstruya el flujo de líquido cefalorraquídeo (encargado de amortiguar los golpes) o comprima ciertas regiones del cerebro, lo que tendría repercusiones en otras zonas. En los adultos, los golpes en la cabeza y los tratamientos dentales en que se mueven los maxilares pueden tener las mismas consecuencias.

La osteopatía craneal es una rama de la osteopatía que se propone detectar y corregir los trastornos atribuidos al desplazamiento de los huesos del cráneo y de la cara.

Utilidad de las terapia manual de osteopatía

Aunque buena parte de los pacientes de los osteópatas son personas aquejadas de lumbago y dolor de cuello, la osteopatía es igualmente útil en el caso de muchos otros padecimientos, sobre todo los que son consecuencia de las presiones de la vida diaria, como el dolor de cabeza provocado por tensión muscular en la nuca.

También responden bien al tratamiento las lesiones musculares o articulares derivadas de la práctica de un deporte, los casos de osteoartritis poco avanzados y el dolor de espalda que en ocasiones se presenta durante el embarazo.

La osteopatía craneal sirve para tratar ciertos casos de neuralgia facial, migraña y otros tipos de dolor de cabeza, así como las molestias consecutivas a golpes en el cráneo, las lesiones cervicales por accidentes de automóvil y algunos efectos de las intervenciones dentales. También responden favorablemente algunos trastornos del equilibrio y el zumbido de oídos que se atribuyen al desplazamiento de los huesos temporales. En ocasiones se tratan también padecimientos circulatorios y respiratorios, hipertensión y úlceras gástricas que se consideran consecuencia de la compresión de los nervios cerebrales.

¿Cómo es una consulta de terapia manual de un osteopata?

El osteópata suele interrogar al paciente sobre las circunstancias en que aparecieron sus molestias, aquello que las hace mejorar o empeorar y cualquier tratamiento que esté recibiendo. A continuación efectúa un examen durante el cual observa al paciente de pie, sentado, acostado y realizando ciertos movimientos, como inclinarse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados; evalúa también el funcionamiento de las articulaciones y palpa músculos y ligamentos para determinar si están anormalmente tensos.

Las sospechas sobre cualquier defecto estructural pueden confirmarse con las pruebas ortodoxas de los reflejos. En ciertos casos de lesiones o accidentes se emplean radiografías. Si el examen revela que el padecimiento no es tratable por medios osteopáticos, se recomendará la intervención de otro especialista. De lo contrario, el paciente tendrá que someterse a un tratamiento cuya duración varía en cada caso: un trastorno crónico puede requerir varias consultas, mientras que uno agudo y reciente quizá se alivie de inmediato.

En el curso de las sesiones (cada una de entre 20 y 30 minutos de duración) se emplea el masaje para reducir la tensión muscular y aumentar la circulación sanguínea, y se hacen girar las articulaciones para mejorar su movilidad y aliviar la tensión de los músculos contiguos. Para tratar una articulación debilitada o rígida, el osteópata la manipula rápidamente en diversas direcciones, lo que produce ruidos característicos. Por último, se prescribe algún ejercicio, se hacen recomendaciones sobre la postura y se enseñan técnicas de relajación, todo lo cual debe practicarse en casa entre sesiones. En ciertos casos de dolor de cabeza puede ser útil la osteopatía craneal, técnica que incluye suaves compresiones de la cabeza y el cuello.

El punto de vista ortodoxo sobre la osteopatía como terapia manual alternativa

Muchos médicos reconocen la utilidad de la osteopatía en casos de tensión muscular y trastornos mecánicos y estructurales (en particular dolores articulares y lesiones ocasionadas por la práctica de algunos deportes), por lo que recomiendan tratamientos fisioterapéuticos que la incluyen, o bien la aplican ellos mismos. Sin embargo, tratándose de padecimientos no mecánicos, la eficacia de la osteopatía es discutible, y para decidir si es el tratamiento indicado hay que contar antes con el diagnóstico de un alópata.