PARÁSITOS INTESTINALES
Consejos Terapéuticos
¿Qué son los parásitos intestinales?
Los parásitos intestinales son animales multicelulares que viven y se reproducen a expensas del organismo humano y puede ser tratados con terapias y medicinas naturales, otras terapias alternativas y consejos terapéuticos.
Aunque los hongos, virus y bacterias que causan infecciones son, en sentido estricto, parásitos, la terminología médica reserva para ellos el nombre de microorganismos infecciosos y sólo llama parásitos a los protozoarios y a los animales multicelulares que viven y se reproducen a expensas del organismo humano. Entre los protozoarios que parasitan el intestino están una especie de ameba (Endamoeba histolytica) y la Giardia lamblia, causantes, respectivamente, de la amibiasis y la giardiasis. Ambas enfermedades son formas de disentería comunes donde la higiene es deficiente, el agua potable está contaminada o se emplean heces humanas como fertilizante.
Éstos son los principales parásitos multicelulares del intestino:
- Anquilostomas (Ancylostorna duodenale). Son gusanos de unos 3 mm de largo, provistos de garfios bucales con los que se fijan a la pared del duodeno, donde chupan la sangre del portador. Si la infestación (anquilostomiasis) es grave, se manifiesta con anemia crónica, dolor abdominal y adelgazamiento. Las larvas pueden llegar al intestino directamente por la boca o penetrar por heridas de la piel y viajar por la sangre hasta los pulmones, de donde pasan a la garganta y son tragadas.
- Ascárides (Ascaris lunsbricoides). Son lombrices de color blanco rosado, de hasta 30 cm de largo. La infestación (ascaridiasis), común entre los niños de regiones insalubres, se produce al tomar alimentos o agua contaminados con excrementos humanos que contienen los huevos; sus síntomas son distensión abdominal, desnutrición, retraso del crecimiento y la presencia de lombrices en las heces.
- Oxiuros (Enterobius vermicularis). Son gusanos blancos de 3 a 12 mm de largo que infestan el intestino grueso (oxiurasis). Mientras la persona duerme, las hembras descienden hasta el ano, en cuyos pliegues ponen sus huevos, causando intensa comezón. Si la persona se rasca, los huevos se le adhieren a las uñas, lo que facilita su propagación. Los huevos también se pegan a la ropa de cama, donde su capacidad de infestación puede durar varias semanas. La oxiurasis ocurre incluso en las mejores condiciones de higiene, sobre todo entre los niños de 3 a 15 años de edad.
- Tenias. Son gusanos planos, de hasta 10 m de longitud, que se fijan con ventosas o ganchos a la pared del intestino. Existen dos especies principales; la solitaria o tenia del cerdo (Taenia solium) y la tenia de la res (Taenia saginata). Los huevos, expulsados en las heces humanas, no infestan al hombre sino cuando adquieren forma de larvas (cisticercos), proceso que ocurre en un huésped intermedio; el cerdo y la res, respectivamente. La infestación (teniasis) se produce al comer carne cruda o mal cocida de ganado parasitado; puede ser asintomática, pero a veces causa dolor abdominal, diarrea, anemia o adelgazamiento.
Consejos de Naturopatía como tratamiento alternativo para los parásitos intestinales
Se dice que el ajo, la zanahoria y las semillas de calabaza sirven para debilitar a diversos gusanos parásitos, pero también hay que emplear remedios vegetales potentes para paralizarlos y expulsarlos, lo que hace necesaria la consulta con un terapeuta. Éste recomendará, además, practicar medidas higiénicas especiales.
Consejos de Herbología como medicina natural para los parásitos intestinales
Los herbolarios aconsejan aumentar el consumo de ajo y zanahoria cruda para debilitar a los gusanos y facilitar la acción de remedios más potentes, que los paralizan y expulsan. Como esos remedios pueden ser tóxicos, no deben tomarse sino bajo supervisión de un herbolario. Entre las plantas utilizadas están el ajenjo, el tanaceto y el helecho macho, que suelen administrarse junto con purgantes enérgicos.
Consejo Clínico Ortodoxo para el tratamiento de los parásitos intestinales
Las medidas básicas para prevenir las parasitosis intestinales son cortarse las uñas, lavarse las manos antes de comer, desinfectar los alimentos crudos, cocer perfectamente la carne y hervir o desinfectar el agua de beber.
Toda sospecha de parasitosis intestinal debe confirmarse con un análisis de heces. El tratamiento, eficaz en la mayoría de los casos, incluye la administración de medicamentos, así como dietas y prácticas higiénicas especiales.